Los psicólogos poseen un inmenso potencial para contribuir a la prevención y el tratamiento de los problemas con el juego; sin embargo, hacerlo requerirá mayores inversiones en la psicología como campo.
Las investigaciones indican que la incertidumbre en la recompensa juega una parte integral del atractivo del juego, ya que la exposición repetida puede alterar las vías cerebrales de manera similar a las drogas.
Las probabilidades están a tu favor
Los juegos de azar, como los que se encuentran en un casino de slots en Chile, son un pasatiempo agradable que ofrece a las personas la oportunidad de ganar dinero u otros artículos mediante el juego. Si bien muchos pueden disfrutar de esta actividad en lugares como casinos de slots en Chile sin consecuencias negativas, otros desarrollan una adicción al juego grave que tiene graves ramificaciones personales, sociales y profesionales. Si bien muchos jugadores pueden participar en casinos de slots en Chile sin incidentes, los investigadores están muy interesados en determinar por qué algunos continúan jugando incluso cuando ya no les parece divertido.
La tecnología de imágenes cerebrales ha ayudado a los investigadores a descubrir que los jugadores tienden a sobreestimar sus posibilidades de éxito al apostar, debido a diversos sesgos psicológicos como la memoria selectiva y la falacia de perseguir pérdidas. Estos sesgos hacen que los jugadores sigan apostando aunque las probabilidades estén en su contra y sigan perdiendo dinero a medida que las probabilidades aumentan.
Los juegos de azar pueden proporcionar una emocionante descarga de adrenalina para muchas personas, especialmente aquellos que hacen apuestas en eventos deportivos o en la ruleta. Desafortunadamente, sin embargo, el juego puede volverse adictivo y se ha relacionado con problemas de salud mental; por lo tanto, es vital que cualquiera que esté considerando apostar comprenda sus riesgos antes de comenzar a jugar y busque el tratamiento necesario.
Puedes idear un sistema ganador
Aunque el juego es un proceso impredecible, algunas personas creen que pueden idear sistemas ganadores. Dichas técnicas incluyen apostar contra resultados recientes, intentar predecir patrones en números aleatorios o realizar comportamientos rituales antes de realizar apuestas. Aunque estos métodos no garantizan la victoria cada vez que se aplican, sí aumentan la probabilidad de éxito.
Investigadores de varios equipos han realizado estudios exhaustivos de jugadores de casino utilizando análisis neurológicos y de comportamiento. A través de estas investigaciones se han identificado ciertos procesos de pensamiento relacionados con el juego problemático.
Uno de los principales contribuyentes a la adicción al juego son las ilusiones de control, a menudo creadas por casi accidentes y elecciones personales en los juegos de apuestas. Llevan a los jugadores a creer que pueden ejercer su habilidad sobre resultados determinados por el azar; por eso siguen apostando. Los avances en la tecnología de imágenes cerebrales están ayudando a los científicos de Cambridge a comprender mejor por qué ciertas características de los juegos de azar crean estas ilusiones, al mismo tiempo que revelan circuitos neuronales específicos responsables de responder a las recompensas financieras de una manera similar a la adicción a las drogas.
es una actividad social
Si bien el juego puede parecer una actividad para realizar en grupo, en realidad puede resultar bastante aislante para los jugadores problemáticos que a menudo se sienten aislados incluso cuando se encuentran en grandes lugares públicos, como hipódromos y casinos. Las personas de este grupo tienden a experimentar altos niveles de estrés y ansiedad y también podrían ser potencialmente vulnerables a trastornos por uso de sustancias.
Un enfoque derivado del constructivismo social podría proporcionar una comprensión más matizada del juego, ya que tiene en cuenta elementos de la práctica social como las normas y el discurso.
Estudios recientes revelan que quienes juegan tienen más probabilidades de socializar con familiares y amigos en comparación con quienes no juegan; Este hallazgo respalda otros hallazgos que muestran que quienes juegan tienen más probabilidades de participar en comunidades de consumo de estilos de vida, lo que sugiere que el capital social puede desempeñar un papel importante en el comportamiento de juego.
Es adictivo
El juego puede ser muy adictivo ya que su éxito libera dopamina en el cerebro y produce sensaciones de excitación y placer, incluso después de que se producen pérdidas. Reconocer estos signos a tiempo y buscar ayuda lo antes posible es esencial para evitar que la adicción al juego empeore aún más.
Las compulsiones por jugar pueden tener graves repercusiones, incluidas tensiones financieras, tensiones en las relaciones y problemas laborales. La adicción al juego también aumenta el abuso de drogas y los problemas de salud mental; aquellos que luchan contra los trastornos del juego pueden incluso mentir o robar para financiar sus hábitos de apuestas.
Si bien no existen medicamentos aprobados por la FDA para tratar el juego patológico, la terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser exitosa para ayudar a quienes padecen esta afección. La TCC enseña a las personas cómo desafiar creencias irracionales que podrían hacerlas apostar más; por ejemplo, creer que recuperarán las pérdidas si siguen apostando más.